De esas veces...
No sé si alguna vez le haya pasado, querido lector (a), el encontrarse en una de esas situaciones que son simplemente increíbles a la percepción humana.. y cuando escribo la palabra increíble me refiero a su significado literal de no-creíble...
Fíjese usted: cuando la situación no-creíble es mala, alcanza una credibilidad bastante alta... es decir, es facil y sencillo creer que algo malo pueda pasar. Cuando la situación no-creíble es buena, parece siemplemente no ser posible. La mente se defiende a capa y espada de estas situaciones perfectas que nos pone la vida y nos resistimos a ceder ante ellas.
¿Se había fijado antes en esto? Cedemos ante lo malo y díficil y nos resistimos a lo bueno y sencillo... o bueno, por lo menos mi mente es una de esas que sufren las artimañas de la psicología inversa...
La pregunta aquí es: ¿Cómo demonios logra uno dejar de defenderse ante las cosas buenas? ¿Cuál es el secreto para aprender a recibirlas sin buscarles lo malo?
Me parece díficil disfrutar de tanta perfección sin ese toque de tortura agónico... y es extraño, porque es lo que siempre he buscado... hoy debo empezar a creer de nuevo.
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