Los pensamientos de una mujer agridulce

lunes, febrero 20, 2006

Naqueando...


El sábado pasado fui arrastrada hacia la naquez... así es, terminé en uno de los "antros cheros" de la ciudad. El lugar existe desde que estaba en secundaria... y honestamente, casí desde que estaba en secundaria no lo pisaba; había logrado salir intacta hasta que al grupito de "Los tocables" se le ocurrió la grandiosa idea de ir a bailar banda.

Este es el momento en el que hago una aclaración: No tengo nada contra los cheros o contra LO chero... simplemente a mi "Lo chero" no se me da.

Esta linda niña pensó que tal vez se salvaría y que pasaría desapercibida durante toda la noche... pero ¡oh sorpresa! ibamos exactamente tres niños y tres niñas y ¿qué creen? a Meli le tocó bailar con un muchacho alto alto... y yo soy pequeña pequeña...
Con más miedo y resignación que alegría por se invitada a bailar llegué a la pista... lugar lleno de personas y "personos" gorrudos y gigantes, que en realidad no parecían bailar sino dar vueltas una y otra vez por toda la gran pista frente a una banda cuyo nombre no recuerdo, pero cuyos integrantes si, ya que estaban bastante decentes. Los bailarines parecían ser mucha gente molesta... luchando por ganarse un lugar entre la gente y decididos a golpear a todo ser humano (y no tan humano porque había cada coooosa...) que se interpusiera entre su adorada música y sus fabulosos y exagerados pasos de baile. Como siempre, Meli murió asfixiada entre tanta gente, ya que, fuera de que no soy "Miss banda" para bailar, soy pequeña... y curiosamente, los codos de toooodas las personas daban justo a mi cabeza. Gracias. Convencí a mi acompañante de abandonar su idea de bailar toda la noche, aunque me sentí culpable y le concedí otras 5 piezas (Total tortura). Después recordé que me había encontrado con dos lindas amigas de la escuela y que ellas no dejarían pasar la oportunidad de bailar cheramente con un compañero no tan desagradable. Gracias al Señor, a todos los Santos, a la santa patrona de los gordos (porque ya andaba hasta con la lengua de fuera) y a uno de los iconos de esa interesante cultura, Laura León, salí airosa de tanto golpe, pisotones y manoseadas que me obsequiaron.

Aclaro que no soy fresa... simplemente no se me da lo chero. Reconozco que, hasta cierto punto, me agrada la música banda para las fiestas y hasta me sé algunas de memoria... pero eso sí, no aguanto tooooda la noche a puro trompetazo. También aclaro que, fuera de todo, me la pasé muy bien porque iba con un grupo de gente que se adapta y acopla a CASI cualquier ambiente.

Se despide la Niña Fresa =P

0 comment(s):

Post a comment

<< Home