Los pensamientos de una mujer agridulce

martes, enero 29, 2008

Relaciones laborales



En mi nueva vida, la del mundo capitalista, he podido percatarme de que los humanos siempre buscamos conflicto en el espacio que ocupamos, ya sea escuela, trabajo, casa o cualquier otro espacio social. Pareciera como si necesitaramos un foco de concentración para nuestras frustraciones... si no me cree usted estimado lector, observe a su alrededor.... podrá darse cuenta de que siempre hay alguien que le cae mal a alguien, alguien que opina mal de otra persona e incluso existen ocasiones en que todo un equipo se une contra alguien en especial.
Tal vez este fenómeno se deba a que no existen suficientes cosas en común entre la gente del área para mantener el orden y la armonía en el lugar de desempeño, por lo que es necesario crear focos de atención maligna. Lo malo de esta situación, es que nunca estamos concientes del daño que causamos en alguien más hasta que nos toca a nosotros ser ese centro de unidad pesimista.

La tentación de murmurar es muy grande, sobre todo cuando existe gente a nuestro alrededor que no nos es del todo agradable, sin embargo, creo que vale la pena pensar en el círculo vicioso que formamos a nuestro alrededor con esta conducta, pues aún sin darnos cuenta, creamos desconfianza en los demás y reafirmamos el ciclo de la no-armonía al mentalizar a los otros con nuestros pensamientos y percepciones.

Qué extraños somos, ¿no? ... Podría ser todo paz pero a diario nos decidimos por la guerra...

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