Palabras
Hace mucho tiempo tomé la decisión de olvidarme de las palabras y restarles valor por sí solas, es decir, ignorarles si no están acompañadas de una acción que compruebe su peso. Hace mucho tiempo les maté y alejé mi credibilidad de ellas.
Lo que me movía era un gran miedo (o respeto, aún no lo descifro) a salir herida por las decisiones de alguien más.
Ahora entiendo que cuando desacreditaba las palabras sólo intentaba liberarme de la angustia que sentiría después por haberlas pronunciado incorrectamente, como tratando de crear un hechizo que desharía todo lo dicho si algún día me arrepentía de mis orgullosas frases.
Recuerdo mi fortaleza al hablar, al pronunciar ciertas palabras que hoy siento tan lejanas de mis labios y que dudo considerablemente algún día vuelvan a salir de mi boca. No voy a mentir, a veces extraño decirlas, extraño mi seguridad al hablarlas y recordarlas me abruma de nostalgia. Son algo lejano y borroso.
Sé perfectamente que no todas las palabras salen de la misma boca, pero aún sigo pensando que existen palabras que sólo deberían servir una vez... al menos para evitar seguir cometiendo los mismos errores del pasado.
Etiquetas: Nostalgias
Ejercicio corrector
Los perfumes no tienen hormonas, los perfumes pueden tener feromonas.
Los perfumes no tienen hormonas, los perfumes pueden tener feromonas.
Los perfumes no tienen hormonas, los perfumes pueden tener feromonas.
Los perfumes no tienen hormonas, los perfumes pueden tener feromonas.
Los perfumes no tienen hormonas, los perfumes pueden tener feromonas.
Tal vez con este sencillo ejercicio no vuelva a cometer este pequeño y gracioso error, bueno, al menos no tantas veces en una sola semana (5).
...((Imaginense un perfume con hormonas... ¡bigotes en el cuello!))...
El sermón de mi tía
Hace tiempo ya, me encontraba platicando con la más joven de mis tías, Susana, quien me preguntaba acerca del muchacho con el que me encontraba saliendo en ese entonces (uuuuhhh... ya llovió). La plática se dio mas o menos así:
Tía Susy: ¿Y cómo te va con ese muchachito que me platicaste, Meli?
Meli: Pues bien, pero como que no sé... como que hay algo que nomás no...
Tía Susy: Es que así es esto Meli, uno tiene que acomodarse, hacerse a la idea de diferentes costumbres y aceptarlas... sólo así encuentra uno el verdadero amor.
Meli: Pues sí, tienes razón pero como que...
Tía Susy (interrumpiéndome) : No Meli, es que te da miedo y te entiendo pero así es esto... se trata de ceder en algunas cosas y acomodarse a otras; El amor es algo maravilloso pero no es siempre fácil, se trata de complementar al otro y además...
Meli (interrumpiendo) : Tienes razón, es que me ha costado adaptarme al hecho de que es medio chero y pues tú sabes que yo soy más fresona que...
Tía Susy (Interrumpiendome violentamente) : ¿¿¿Chero??? ¡¿Estás saliendo con un chero?!
Meli: Pues medio chero... es que...
Tía Susy: ¡Ah no! ¡Que se vaya el gorrudo ese a conseguirse una ranchola al Old Town! ... Nononono!, ¿qué es eso? ay no...
Meli: ¿Pero y todo el sermón del amor y no se qué?
Tía Susy: Existen excepciones....
Meli: ok... ¬¬
¿Cómo la ven con los consejos amorosos de mi tía, eh?
((Que quede claro que no tengo nada en contra de lo cheros, simplemente lo chero no se me da)).
Hace unos dìas conocí a mi hombre perfecto: Inteligente, gracioso, culto, amigablemente simpático y cínicamente atractivo. Debatimos sobre uno de mis libros favoritos y me invitó a tomar un café. No acepté. Pensé que me estorbaría la mirada amenazante de su novio no tan perfecto. (Sniff).