Los pensamientos de una mujer agridulce

domingo, diciembre 31, 2006

Lo que mal empieza... ¿bien acaba?

Este año terminó con cualquier situación dramática e intoxicante que haya marcado mi vida y en los últimos meses, me regaló la tranquilidad que tanto había anhelado.

  • Aprendí que mientras sea una victima de las circunstancias, seguiré cegada al cambio y terca a caminar sobre mis propios pasos.

  • Entendí el poder de la mentira para destruir la confianza en una relación y terminar con la fe que alguien deposita sobre mí.

  • Descubrí que lo más anhelado llega de las personas menos pensadas... y bajo las circunstancias más extrañas. Y aún así es lindo.

  • Aprender que la ingenuidad en sobredosis es peligrosa.

  • Me permití darle una segunda oportunidad a las palabras... (pues no todas salen de la misma boca).

  • Logré valorar y agradecer todas las situaciones por las que comunmente me quejo. Hoy realmente puedo observar como la vida se acomoda sin tener que enredar mis manos y mi mente.

  • Dejé que las cosas se movieran y se transformaran, aún con el dolor que esto puede incluir, concluyo que todo fue como debía ser.

El 2006 no fue tan malo como pensé que había sido... bien por mí.

miércoles, diciembre 27, 2006

Interesante Navidad...


Navidad, tiempo para compartir y reflexionar con la familia:

Abuelita: He decidido repartir mis joyas entre las mujeres de la familia...

Hermano puberto: ¡Eh abuela... yo también quiero bling-bling!


..... Felices Fiestas.... jeje.

viernes, diciembre 22, 2006

Con una mirada.

Ella dijo: Perdón.
Él dijo: Tú ya no existes.
A veces las palabras no son necesarias.

lunes, diciembre 18, 2006

Tengo una teoría



Toda belleza física estará siempre acompañada de una pronunciada actitud "donjuanesca"...

Y extrañamente, esto atrae aún más...

Y diganme que no.



jueves, diciembre 07, 2006

Con el viento a favor...

Hoy me descubrí disfrutando del silencio... extrañamente, nunca me había sucedido antes.
Solía adorar ese taciturno sonido del recuerdo y del miedo, que escondido entre mis labios, solía controlar los pasos de mi conciencia. Y hoy ya no existe.
Sin darme cuenta, pero percibiéndolo a escondidas, cambié de piel... cambié de modos... cambié de ruidos... nada nunca había sido tan felizmente callado como hoy...
Pareciera que el universo se encuentra buscando maneras de que lo que deseo funcione... o tal vez sea el hecho de que, por primera vez, no reniego de lo que no existe y de lo que no funciona.
Hoy deseo cosas que funcionen... y no sólo las deseo, sino que las busco.
Ya no soy una incoherencia.